Una mañana descubriendo los ajíes nativos del Perú.
El día sábado 4 de mayo Slow Food en Perú organizó su primera salida de campo visitando al huerto orgánico de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Gracias al grupo de jóvenes investigadores que están a cargo del Ajíes del Perú – Proyecto Capsicum, Huerto UNALM, los participantes pudieron disfrutar del bonito día de sol aprendiendo más sobre las 300 variedades de ajíes nativos que se pueden encontrar en Perú, sus características y las técnicas de cultivo sostenible.

La visita que involucró a más de 50 personas desde los niños hasta los mayores empezó con un recorrido del huerto del Programa de Investigación en Hortalizas y siguió con unas presentaciones durante las cuales se dio a conocer el movimiento Slow Food y su empeño para promover una comida buena, limpia y justa para todos en el Perú y el mundo, a través de iniciativas como el Arca del Gusto.
Después, gracias al Ingeniero Roberto Ugás, los participantes aprendieron sobre el Proyecto Capsicum, las variedades de ajíes nativos aparte de las 5 más comercializadas y consumidas, y el esfuerzo que se está haciendo para salvaguardar los cultivos más locales que siguen conservándose gracias al esfuerzo de distintas comunidades campesinas alrededor de todo el país, muchas veces transmitidas de generación en generación y guardadas para el consumo propio.
Después, gracias al Ingeniero Roberto Ugás, los participantes aprendieron sobre el Proyecto Capsicum, las variedades de ajíes nativos aparte de las 5 más comercializadas y consumidas, y el esfuerzo que se está haciendo para salvaguardar los cultivos más locales que siguen conservándose gracias al esfuerzo de distintas comunidades campesinas alrededor de todo el país, muchas veces transmitidas de generación en generación y guardadas para el consumo propio.
Luego, guiados por los estudiantes del Proyecto Capsicum, los participantes entraron al huerto para cosechar algunos de los coloridos ajíes de formas y tamaños variados, y conocieron en más detalle las actividades realizadas para la investigación, conservación y difusión de los ajíes, cada uno con sus distintas propiedades, distintos requerimientos, y formas de consumirse. Se dieron a degustar las muy creativas y sabrosas salsas, cremas y encurtidos elaborados en situ a partir de los mismos ajíes orgánicos de la UNALM.
Algunos valientes aceptaron el reto de comer 10 variedades de ajíes desde el amazónico conocido como gallinito, que es el que menos pica hasta llegar al charapita que es uno de los más picantes entre todos los que se pueden encontrar en Perú.
Gracias al chef Frank Málaga, se llevó a cabo un cierre gastronómico que integró a todas las personas en la preparación de un riquísimo, saludable y colorido chaufa de quinua con verduras, huevos y distintas variedades de ajíes recién cosechados por los mismos participantes. Los ajíes que no fueron involucrados en la preparación del plato fueron redistribuidos entre todos y los que quedaron se utilizaron para realizar un cuadro que se quedó como testimonio de la increíble belleza de la biodiversidad peruana.
Redacción: Alice Tondella
Gracias a los voluntarios de Slow Food en Perú: Paola Larrauri, Sabrina Kihara, Marlene Dapozzo, Elizabeth Hilario, Frank Málaga, Ysabel Calderón y Oriane Brunet